CONECTIVISMO Y
COMUNICACIÓN EN LA ERA DEL VACÍO
SYLVIA YAJAIRA
DÍAZ CÁCERES
JEAN CARLOS
DURÁN SUÁREZ
CAMPO
ELÍAS FLÓREZ PABÓN
DOCENTE
PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
UNIVERSIDAD DE
PAMPLONA
FACULTAD DE
ARTES Y HUMANIDADES
FILOSOFÍA DE
LA COMUNICACIÓN
PAMPLONA
2013
INTRODUCCIÓN
Desde el primer primate como principio
naciente de la humanidad, han surgido ideas como un bagazo protector del
entorno natural peligroso, que exigía adaptaciones rápidas o, por el contrario
desaparecerían. Efectivamente, ya sea por casualidad o por ingenio
inconsciente, solo instintivo; se logró desarrollar diferentes elementos
primitivos que aunque suena muy simple, fueron pasos vitales para la travesía
de la vida futura.
Desde esas creaciones prehistóricas,
casi sin importancia se ha podido llegar a la contemporaneidad, que cambiando
el punto de vista, las invenciones del hoy nos parecen abrumadoras, por la
creación de mundos distintos que simulan
la realidad, es decir el mundo virtual. Las tecnologías digitales han llegado a
la especie humana casi de imprevisto y sin ninguna preparación alguna para darles
un manejo apropiado a las mismas, sin embargo ese ingenio heredado y
desarrollado de la era ancestral ha permitido una asimilación constante, aunque
lenta, al dinamismo y “bombardeo” informacional que es emitido cada segundo
a través de las TIC.
Nadie
está seguro de la veracidad de la información, entonces a qué nos atenemos.
“Así se llega a una concepción mercantilista de comunicación” (White, 1994b:
24) se venden ideas y opiniones sin ningún tipo de restricción. Hay que
utilizar un freno limitador de ellas, en otras palabras, utilizar una reflexión crítica en función trituradora de
todo lo que llega al hombre, ¡no pase entero! Piense. No todas las ideas
adoctrinadas traen buenas intenciones hay que someterlas primero en cuestión y
evitar el fanatismo.
- CONECTIVISMO Y COMUNICACIÓN EN LA ERA DEL VACÍO
1.1.
Ciudadanía y
cultura/comunicación
Aristóteles (Siglo V a.c) manifestaba
que el hombre por naturaleza es un ser sociable, un “animal político”, y no
puede vivir aislado y sin contacto interpersonal. Además por ser seres
racionales, quieren justicia, e igualdad de condiciones, el cual solo se obtiene
dentro de un grupo social.
Pero hay un problema, Savater (1991)
dijo que no hay peor enemigo que un enemigo inteligente y similar a ti. Por eso,
al estar dentro de un entorno social encontramos centenares de individuos con
un grado de similitud impresionante, tal fundamento esboza inconvenientes a la
hora de convivir en paz y en armonía.
Aristóteles proponía que la sociedad
debería ser dirigida por los hombres que tuvieran las mejores virtudes, porque
así sabrían tomar las decisiones más convenientes a la recién llamada, ciudad.
Éstos tenían que formar parte del gobierno dirigente de la comunidad. Es así
que desde entonces, el pueblo elige a sus líderes políticos por sus atributos e
ideas benéficas con el fin de construir un Estado que vela por el bienestar y
el orden en general.
Mediante el voto, se pueden elegir a
los representantes de la comunidad para que sustituyan al resto en el ejercicio
político y puedan crear, aprobar y legitimar las propuestas que invoca la voz
popular; para con ellas sirvan y garanticen los derechos y deberes de los
ciudadanos. Éste se puede ejercer, mediante la presentación de un documento de
identidad (cédula) en una mesa de votaciones en determinada jornada electoral.
Sin embargo, hoy se habla de una
identificación en formato digital, ya la cédula no servirá para un futuro; en
escasa medida solo para algunas acciones burocráticas y administrativas. Las
identidades no serán con fotos fijas sino en movimiento.
Las leyes ya no son las únicas que
regulan los actos de hombres y mujeres, sino un mundo basto de tendencias que
el público adquiere ‘cueste lo que cueste’ sin necesidad de imponerlas por
“ley”. Lo asimilan porque lo desean, y a
la hora que les apetece. Más adelante en el escrito se profundizará de este
fenómeno; el ciudadano digital.
El hombre desde que tuvo la capacidad
de tener pensamientos críticos, constructivos y reflexivos, se preguntaba por
sí mismo, ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos?, ¿Por qué estamos aquí en el
mundo?, ¿Quién nos creó y para qué?, ¿hacia dónde vamos?, y una infinidad de
interrogantes que iban surgiendo a medida que transcurría el tiempo y su
proceso de evolución. Esto, ha convergido a que el ser humano modifique su
entorno, inclusive por pura curiosidad; o en el mayor de los casos, en función
de una mejor adaptación de su contexto vivencial, transformando, creando y
destruyendo.
En el proceso de hominización, el
hombre ha utilizado las capacidades entregadas por la naturaleza (lenguaje,
razonamiento, y compleja sinapsis por un cerebro más grande) para pasar de un
individuo conformista de denotaciones a una sociedad productora de
connotaciones, reflejadas y resumidas con la palabra “cultura”. Ésta es
polisémica; las personas la relacionan, con música clásica, estadios que
adquieren las personas al recibir ciertos niveles educativos y de enseñanza, o
tal vez, cultura es una variedad de expresiones artísticas: danza folclórica,
pinturas colgadas en las paredes de los museos, objetos con una historia
característica, etcétera.
Lo cierto, es que tiene un poco de
todo lo mencionado anteriormente. Para Rodolfo Llinás, cultura, es toda aquella
ostentación que no es genética; cualquier invento del ser
humano hecho material es fruto del pensamiento. ¿Entonces la cultura es forjada
por el pensamiento?, sí. Nada se puede exteriorizar si previamente no pasa por
las estructuras cognitivistas, sin que haya sido planeada o simplemente
imaginada en primera medida.
Somos seres pensantes, en efecto,
nuestro entorno está lleno de objetos moldeados y edificados a nuestro ¡antojo!
Desde el punto de vista antropológico, “Cultura” son esos patrones distintivos
de las sociedades, son ese sello identificativo de grupos sociales como:
vestimenta, folclor, comidas, leyendas, entre otras.
La interpelación entonces sería, ¿Otra
cultura diferente a la de origen, puede ser impuesta, o aprendida? Albert
Bandura, destacado por la postulación teórica social del aprendizaje, que
consiste en que el individuo está en plena interacción con los demás, lo cual,
la enseñanza es promovida por la observación (modelado), y así logran ser
envueltos en un proceso de atención, retención, y reproducción de todo lo que
ve y oye.
Al analizar lo dicho por Bandura, cabe
la duda que si la cultura es un invento de pocos, asimilado por muchos. ¿Es que
acaso la mayoría de los habitantes de la tierra no se acomodan y se adaptan
casi de forma igualitaria, a las tendencias de moda, música, tecnología,
educación e inclusive la manera de alimentarse?
Vemos también como influyen los medios
de comunicación en la personalidad y cultura de cada quien, mostrando
únicamente en su parrilla de programación, contenidos que incitan a lograr
respuestas satisfactorias que en últimas desea el medio; comprar X producto,
vestirse de tal manera, comer lo supuestamente “recomendado por expertos” y
demás alineamientos.
Esta es una frase muy conocida “los
medios de comunicación han derogado las fronteras”, lo que ha facilitado la
entrada de producciones audiovisuales a diferentes países, sin restricción
alguna, sobre todo aquellos en vía de desarrollo. ¿Es que acaso Colombia, no
importa elaboraciones televisivas norteamericanas, europeas y asiáticas, para proyectarlas
a nivel nacional?, con una intención de materializar a cercano y mediano plazo.
Colombianos, o para resumir
determinadas nacionalidades; es mejor decir los latinoamericanos. Moldeados por
ideologías que desmeritan y desvanecen culturas autóctonas; “confeccionándolas
con el mismo hilo”, sin tener en cuenta la riqueza histórica tanto de las
sociedades, como la de cada sujeto miembro de la misma.
En el interior de los países por
ejemplo, Drak (1971) habló que “los colombianos que ocupaban posiciones claves
económicas, sociales y políticas en la comunidad que él estudió, tenían
suficiente poder para usar los canales de comunicación como frenos a los
cambios institucionales”.
Esas personas con convicciones
imperialistas ponen de manera disfrazada a la vista y oídos de las audiencias,
diferentes temáticas en sus televisoras, emisoras, y demás instrumentos que
facilitan el acceso las tecnologías de la información y las comunicaciones;
para que su público logren elegir lo que es de su gusto. ¿Pero qué es escoger
al gusto en un televisor?, ¿pasar y pasar canales hasta encontrar el programa
que más llama la atención?
Cuando se escoge lo que es de gusto
personal, en realidad se está escogiendo es el gusto de los dueños de los
medios. No se ha sabido que una empresa de televisión acate las opiniones de
los millones de televidentes, para suplir sus intereses informacionales, que
exige cada uno. Ni siquiera somos partícipes a la hora de elegir qué van a
emitir al aire y qué no, solamente difunden
material específico que no vulnere los interés de los propietarios y el círculo
accionista.
Venden un pensamiento de la “libre
selección”, en todos los sentidos; en consumo de bienes y servicios. Las
personas se someten gratamente, a esos paradigmas de distintas corrientes
socio-político-económicas, tal vez para no quedarse fuera del entorno y
desactualizadas de este mundo globalizado. Somos tan solidarios, ofrecidos y
‘agradecidos’ en materia de dictaminar conjeturas a favor del orden social.
Hablando del mundo globalizado, y
retomando nuevamente el concepto del ciudadano digital. El planeta está siendo
explotado por sus recursos naturales, con el objetivo de crear en masa
productos de diferente índole, que en gran medida son tecnológicos.
La tecnología es parte de la vida, se
llega a hablar, que si los dispositivos vanguardistas desapareciesen también lo
haría paradójicamente el tiempo. Gran parte de la movilidad informativa
colapsaría. Las conversaciones a larga distancia, ya sea vía telefónica o a través
de Internet, se volverían en anécdotas, un recuerdo de los días creativos como
asunto de investigación y consumo.
Los dispositivos electrónicos y el
acceso fácil a internet, ha provocado una cultura en las sociedades del mundo.
Las personas se levantan de sus camas después de sus descansos bilógicos y a
los minutos tienen que copiar twist, revisar su red o redes sociales de
preferencia, entrar a la plataforma de correo electrónico, etcétera.
La voz se ha reemplazo por ondas
electromagnéticas, la imagen personal ya no se critica por cuántas arrugas y
paños tiene, sino por cuán pixelada está. Los besos y abrazos improvistos en
una conversación formal, son expresiones representadas en emoticones animados.
La figura humana en físico, ha ido ausentándose en las reuniones, en los puestos de trabajo y
hasta en la misma interacción familiar por las conocidas videollamadas o
teleconferencias.
Incluso si quieres conocer a otra
persona, solo basta con consultarla en internet, lo más probable es que salga
su perfil en alguna red social. Gutiérrez (2010) manifestó que la identidad
personal será nuestro rastro digital; los carnets serán un plástico más para
desechar o reciclar. Las típicas expresiones para conocer a algún personaje,
serán; “búscame en www…com…y te enteras más sobre mí”.
En el pasado, las fronteras limitaban
la información y el conocimiento, mientras que ahora la humanidad vive en una
abundancia de las mismas, y el acceso es universal y abierto. Entre tanto lo
que abunda es la información, lo que escasea es el tiempo. Aquí yace otra
perspectiva ideológica; el tiempo va a ser el medidor de importancia de muchos
individuos, quien tiene tiempo de subir constantemente información valiosa,
constructiva y fiable, adquiere atención, y quien tiene atención obtiene
reputación (número de seguidores) en la creciente sociedad digital.
1.2.
Humanidades digitales y
comunicación
Desde el principio evolutivo de la
humanidad, se han llevado a cabo cambios precedentes al descubrimiento e ingenio
de los individuos, ¿por qué de alarmarnos de posibles cambios drásticos que
puedan surgir con los variados inventos creados por el hombre, ya sean por
imitación o ilimitación imaginaria?
La primera manifestación crucial para
el desencadenamiento tecnológico del ser humano, fue el descubrimiento del
fuego y su dominación; los recientes seres bípedos ampliaron su dieta
alimenticia con el consumo de carnes previamente cocinadas lo que incrementó la
ingesta de proteínas y a su vez condujo al crecimiento del cerebro y a una capacidad
de pensamiento. También podían defenderse de las fieras, y ya no dependían el
ciclo natural (día y noche) porque recurrían a la luz emitida por el fuego.
La invención de las herramientas fue
un hecho crucial en la supervivencia y desarrollo de la especie, adornos,
utensilios, y lanzas con puntas de piedra, para convivir y cazar de una manera
más factible.
Lo que se quiere dar a entender, es
que cualquier tipo de creación puede converger a intenciones impredecibles,
¿Qué sería del hombre sin sus descubrimientos y ficciones hechas en físico?, no
habría escalones para el cambio, sería lo mismo siempre, sin ninguna ilusión de
crecer e ir más allá, en consecuencia; habrá un ambiente propenso de un
exterminio por falta de adaptación constante.
Desde finales del siglo XX y
principios del XXI, se masificó la idea de que la era digital iba a cambiar el
mundo, pero no sabíamos si para bien o para mal. El fuego sirvió y sirve para
cocinar los alimentos pero a la vez se corre el riesgo de que los que cocinan
se quemen. Este es el punto, la gente tiene que aprender a utilizar las
tecnologías de la información y comunicación, saber
sumergirse en la era digital sin malograr el tiempo y sus pretensiones.
Hay que imaginarse lo que fue pasar de
la oralidad a la escritura en el siglo IV a.c. cuando se impone en Grecia como
medio de transmisión. Quienes accedieron fueron una minoría, unos pocos
decidieron discutir que se iba a preferir el intercambio de mensajes verbales a
un papel con centenares de íconos denominados letras. Teniendo a platón en una
posición de negación, pero escribiendo sobre ello.
También viene al caso, el tradicional
papiro, ese que se enrollaba, típico medio de mensajería en el occidente; se pasó
entonces del método enrollable a la acumulación de papel uno sobre otro,
dándose así el libro.
Por qué no dar espacio a las
tecnologías nacientes, o de lo que se ha denominado la “Revolución digital”.
Quizás genere grandes cambios como sucedieron hace años e impulsen a la
humanidad a un desarrollo integral. Incluso dichos cambios en la actualidad,
están dotando de ‘privilegios’ a la comunidad en general en diferentes
aspectos.
No nos vayamos tan lejos, y fijémonos
en alguien común y corriente que ha comprado una computadora en el trascurso de
su viaje, luego de despedirse de la familia en determinada ciudad de origen.
Esta persona llega al sito de destino, y al día siguiente ya empieza a sentir
la necesidad de dialogar, de ver o escribirle a la familia que dejó hace unas
horas.
¡Claro, por medio de la Internet! Él
se puede comunicar con los seres queridos, solo prende su computadora, se
conecta a un Router, busca la plataforma para una videollamada, o simplemente transcribe
caracteres para entablar una conversación escrita, vía Facebook, Messenger,
Twiter, etcétera.
Desde la parte cognitiva, trae mejoras
importantes el manejo de las tecnologías comunicativas. Un estudio realizado
por científicos del Instituto de Neurociencias Cognitivas del University
College de Londres (Reino Unido), escanearon el cerebro de 125 estudiantes
universitarios usuarios de Facebook, comparándolo con el tamaño de su grupo de
amigos.
Los resultados mostraron que cuanto
mayor es el número de contactos que tiene un individuo en Facebook, mayor es el
volumen de su materia gris en cuatro regiones del cerebro. Además la
investigación sirvió para mostrar la utilidad de tener contactos íntimos en Internet;
los participantes no solo tienen un indicador virtual de amistades Online, sino
que mantenían y reforzaban esas relaciones.
Es necesario
resaltar, el bajo costo que tiene el acceso a Internet en la actualidad. El uso
generalizado y compartido de computadores, ha creado un interés a las
industrias educativas. Ya que ante la demanda elevada de alumnos, los profesores
pueden ser pocos y escasos para cumplir con las exigencias académicas. Otro
aspecto, es que en repetidas ocasiones nacen quejas por la limitada capacidad
de poder albergar un gran número de estudiantes en las instalaciones o los
edificios donde imparten la enseñanza. El mantenimiento constante sería un
gasto más. El Internet ha generado una gran ventaja en distintos puntos de
vista, sobre todo en el ahorro económico, como se mencionaba anteriormente.
La sociedad, ha
cambiado la manera de laborar. Los empleados se lamentan por el limitado tiempo
que le dedican a sus hijos, a su hogar, a la familia, al igual se suman en la
lista de quejas el difícil acceso que tiene la mayoría para poder llegar a los
lugares de trabajo.
Un ejemplo concreto
de los beneficios que ofrece el uso masificado de la Internet, está
representado en la jornada de teletrabajo que se
realizó el 7 de febrero de 2013 en Bogotá, contando con la participación de
grandes empresas como IBM, Bayer, Cisco, Citrix, entre otras, para calificar la
nueva estrategia de trabajo impulsada por el Ministerio TIC.
El suceso consistía
en que los empleados podrían realizar sus actividades laborales utilizando como
soporte las TIC en un espacio físico diferente al establecido por la empresa en
un inicio. Dicha coyuntura supone óptimos resultados por parte del trabajador,
mayor rendimiento de la casa empresarial, brinda soluciones verdaderas a
problemas de transito y movilidad, incorporación social y además hay una gran
disminución de gases contaminantes.
Agregando más
factores influyentes y transversales de la Internet, es clave mencionar que
ayuda a la conservación del ambiente en un buen porcentaje. Para los amantes de
la lectura, los libros digitales se pueden descargar casi de forma inmediata y
a un precio más económico que los convencionales. Una editorial digital ahorra
toneladas de papel del que se desperdicia cada año por la utilización casera y
empresarial, ahorra tinta, espacio de almacenamiento, costos altos de trasporte
terrestre, al igual que mitiga las fronteras donde hay difícil acceso para
enviar un libro.
Hay tantos servicios
benéficos que se pueden aprovechar de la tecnología digital. Lo que se
contrapone es el mal uso de la misma. Ser responsable a la hora de utilizar
todas esas herramientas es lo imprescindible para que sean de lo más grato
posible, y se conviertan en realidad; forjadoras de progreso para la humanidad,
y contribuya a la carrera evolutiva, bienestar y calidad de vida comenzada hace
millones de años.
1.3.
Aprendizaje, comunicación y
ecologías mediáticas
Siempre
se ha oído hablar de las teorías del aprendizaje, del cómo el ser humano logra
conseguir o construir su conocimiento respecto al mundo; el cómo se aprenden
nuevas ideas y conceptos, y así generar un entendimiento consolidado.
Dentro
de las escuelas del aprendizaje están el conductivismo, el constructivismo y el
cognitivismo. En la primera sus principales exponentes son Iván Paulov
(condicionamiento clásico); quien en sus experimentos utilizó perros aislándolos
del medio externo, y concluyendo que éstos manifiestan una conducta (respuesta)
ante un estímulo.
Skinner
(condicionamiento operante), es otro personaje representativo de las escuelas
del aprendizaje, sus estudios concluyeron en que las respuestas que son
recompensadas tienden a repetirse, o por el contrario las respuestas que no son
reforzadas pueden desaparecer.
Por
otro lado, el constructivismo dice que el individuo es el creador de su propio
conocimiento activo; es decir que la construcción del entendimiento es constante
y no innata. Jean Piaget, postuló, el ser humano aprende a medida que avanza su
estado de recepción en sus cuatro etapas, las cuales son: sensoriomotor,
nacimiento de 0 a 2 años (el niño avanza en reflejos); pensamiento preoperacional,
2 a 7 años, (utilización de símbolos para representar la realidad); operaciones
concretas, 7 a 11 años, (se organizan objetos en forma secuencial, se resaltan
las operaciones matemáticas); operación formal, 11 años en adelante (etapa del
razonamiento científico, hipotético y deductivo, expresa sentimientos).
El
cognitivismo, estudia los procesos del pensamiento que recibe de los estímulos,
los asimila, los acomoda y luego desde sus estructuras mentales da una
respuesta planificada o elaborada.
Hasta
este momento el aprendizaje era adquirido entre el contexto por alguien que
impartía enseñanzas, lo hacía mostrando objetos o elementos reales. Sí
enseñaban de naturaleza, lo ejercían yendo directamente al campo. Pero desde
finales del siglo XX y principios del XXI cuando el Internet comienza a tener
uso comercial, se entra a otra era; la del Conectivismo, donde la información
ya no se encuentra físicamente, sino más bien de forma virtual. Antes el
aprendizaje era impartido desde un lugar material; escuela, colegio,
biblioteca, etcétera. Pero hoy estamos sumergidos en la era digital, donde en
cualquier parte y en cualquier momento podemos tener acceso a una infinidad de
información con solo poseer un dispositivo con conexión a internet.
La
gran conexión de redes inalámbricas donde circulan trillones de caracteres que
connotan saberes listos de sustraerse de esa inmersión global de computadores
interconectados, posibilita a cualquier persona colgar y consultar infinidad de
documentos previamente investigados o de su propia autoría, simplemente por
querer orientar a otros o quererse instruir.
El
conectivismo planteado por George Siemens (2004), ha tocado diversos
campos, entre ellos la educación. Es un buen paso, el oír hablar sobre la
educación a distancia, que geográficamente tiene un gran beneficio, debido a
que rompe con las fronteras y además facilita el acceso a la educación a
aquellas personas que se le es imposible llegar a un plantel educativo o que
simplemente viven en una zona de difícil recorrido.
Por
lo anterior, la sociedad contemporánea y el estado que la representa
políticamente tienen el gran reto de incorporar los aportes de la informática y
de la comunicación digital, facilitando el acercamiento al conocimiento
y a los niveles de preparación que se merece el pueblo. Sería un grave error no
equipararse de manera consciente y con raciocinio de los aportes que deja la
continua revolución tecnológica.
La
sociedad se ha estado acostumbrando a un modelo de vida, que consiste en la inmediatez;
estar en un lugar, ya, comer rápido para hacer otras cosas, tener cualquier
producto en tiempo límite, saber un hecho, acontecimiento o dato de manera
inmediata.
Es
tanto el afán que el contexto físico ya no soporta la exigencia de los humanos
que quieren tener todo en una sola mano. El espacio vivencial real, ya no
interesa porque es limitado, mientras la virtualidad proporciona la
multiselección de ventanas gráficas, que simulan de forma dinámica lo que
queremos al instante.
Es
por eso que se compran dispositivos móviles, PCs, Tabletas, Ipad, especialmente
los celulares inteligentes o Smartphone, con sus aplicaciones específicas y
diseñadas para el gusto indefinido del público que reclaman cada vez más
interacción con todo y entre todos.
Los
medios tradicionales como la televisión, radio prensa y cine, parece que parcialmente
no han suplido la demanda de los consumidores, cada vez más perspicaces, que
invocan medios ágiles, colindantes, asequibles y holísticos.
Los
medios digitales, entran a ser partícipes y a complacer las instancias de las
personas. Youtube, Twiter, Facebook, Linkedin, Blogger, entre otros, han
llegado para arremeter con lo análogo y ambiguo.
Son
como la llegada de una especie nueva que invade un ecosistema, y al no encontrar
depredadores se prolifera descubriendo más y más terreno, en consecuencia más y
más alimento que lo hará increíblemente fuerte y gigante,
que a fin de cuentas será el rey de su ambiente y ecosistema natural.
¿Será
inevitable la extinción de los medios masivos?, claramente se ve un vertiginoso
afán por la lucha entre especies, tanto la televisión como los demás medios
masivos se ven obligados a buscar estrategias que capten la audiencia seducida
últimamente por la digitalización de los procesos de comunicación.
Las
reglas de supervivencia han cambiado, ahora la especie/masiva que perdura no es
el de la más fuerte, sino la más veleidosa, la inquieta, la insatisfecha de
comer la misma planta o animal siempre; la abierta a consumir lo que haya porque
lo vital es vivir y multiplicarse de forma vertiginosa.
“Cada tecnología contiene una filosofía que
expresa la forma en que la gente usa su mente, su cuerpo, cómo codifica el
mundo, qué sentidos amplifica y qué tendencias intelectuales y emocionales descarta” (Postman, Five Things We Need to Know About Technological
Change, 1998).
Desde
hace mucho tiempo, las grandes potencias han querido dominar al mundo, Estados
Unidos por ejemplo desde épocas, lo hacía por medio del gran avance de
industrialización que poseían para su momento. La gente de países que hasta
ahora salían de guerras colonizadoras, quería y exigían equidad en recursos
económicos, participación e igualdad política, librarse de las clases sociales
muy cerradas; en definitiva aspiraban una completa independencia.
Aproximadamente en el año 1903, cuando
EE.UU quería colaborarle a Colombia para que desarrollara su infraestructura
vial, edificios y viviendas, lo cual, le prestó 25 millones de dólares que los
nacientes dirigentes políticos no supieron qué hacer con esa cantidad de
dinero; por eso fue llamado a este hecho la “Danza de los millones”.
Las intenciones de USA tenían un
trasfondo. Mediante la deuda externa obliga a privatizar las empresas y que el
Estado favorecido no tenga mayor control por las mismas, de esta manera, le
queda el camino libre para poder actuar en pro de sus intereses capitalistas.
A qué camino lleva este ejemplo, pues
de alguna u otra manera los países “desarrollados” buscan la forma más rápida,
económica y precisa para embaucar a las otras naciones carentes de capacidad
autodependiente, y esa manera hoy, es por medio de la Internet; ¡qué mejor
método de ejercer dicha intención con las herramientas digitales?
Lo tienen
todo, agilidad, dinamismo, multimodal, tecnología económica y es universal, en
consecuencia, tal monopolio de la información incide adversamente en la
identidad y cultura de los países tercermundistas. Al observar que los medios
tradicionales eran limitados por las fronteras y su capacidad de dominio era
reducido, se dio inicio a la ecología mediática.
Como cualquier
creación del hombre, está propenso a mejoras y continua consolidación de
mercadotecnia, es así que para los medios masivos (Radio, televisión…), será
ineludible la transformación programática. La televisión no llegaba a los
jóvenes, era aburrida, lenta, con la ideología del “Postday”, pero la gente no quiere esperar hasta el otro día para
seguir mirando la continuación de su programa favorito.
¿Para qué
aguantar un día o dos, si se puede ver el próximo capítulo vía internet? Los
empresarios comunicacionales televisivos, tienen que producir un consumo del
ya, en cualquier lugar y en cualquier momento; por ese motivo se está cambiando
la forma en que se accede a ella ahora es distinta de hace un par de años.
La familia
tenía que sentarse en la sala o comedor, todos frente al receptor de imágenes,
para visualizar un solo contenido audiovisual.
Inversamente se ha evolucionado porque cada integrante de la familia
puede observar la televisión en un dispositivo propio.
La adaptación
ha sido inminente, el escudriñar constante para preservar activa la
sensibilidad de las personas, ha llegado a tal nivel que el radiorreceptor en
sentido figurado se ha convertido en otra persona, con la que se le puede
hablar y hacer señas.
Las recientes
ofertas tecnológicas en materia de televisión: “Voice control”, “Motion
control”, “Face recognition”. Requiere la integración y la activa capacidad
física que se le está exigiendo al espectador para lograr ver sus contenidos televisivos,
tiene una representación simbólica; hay más participación del consumidor con su
producto, más entrega, es como despertar el “ego” de mando, de emitir instrucciones
y que sean acatadas. ¡Que artículo tan servicial y obediente!
Las emisoras
también han escalado en su estilo de emisión, ya no solo se limitan al audio
sino a la unión de audio e imagen, como lo rige la emisora La Mega con su
Webcam. Los radioescuchas pueden observar todo lo que pasa en la cabina, sobre
todo en los programas: El Mañanero y El Cartel de la Mega.
Además
utilizan sus redes sociales para mantener a los oyentes siempre en contacto,
conservan una alta interacción virtual con las centenares de personas que los
siguen (Twiter, Facebook, etcétera). Las redes se mueven de manera
sorprendente, las opiniones a los temas propuestas por el medio son de decenas
cada segundo en el perfil social de La Mega. La verdad es ¡Un buen paso para la
supervivencia de la ecología mediática, utilizando las mismas¡
Al igual, la
prensa se ha consolidado por sus estrategias informacionales con las
herramientas digitales. Los diarios a parte de su difusión impresa, manejan las
plataformas virtuales con los .COM, le ofrece a su público lector; escritos
complementados con material multimedia, hipertextos e interactividad con las
personas, La lectura de las noticias se puede hacer por medio de Windows Phone,
Móviles, Ipad, y versiones descargables en PDF y a través de correo
electrónico.
Las
transformaciones comunicacionales e informativas están sucediendo cada día,
pero lo que no se sabe, es hasta dónde llegarán y cuál será su margen de
expansión.
1.4.
TIC Y
UNIVERSIDAD
El cambio que
ha provocado las nuevas tecnologías digitales, no le ha tocado y correspondido
solo a las empresas, instituciones y medios de comunicación. Sino también de
una manera fundamental afecta a las universidades.
El trabajo
literalmente que se da en las universidades es una labor de comunicación (docente-alumno),
donde se efectúa un modelo comunicativo básico; interacción activa en la
aprehensión del conocimiento. El dictar una clase requiere de interlocución y
retroalimentación, una enseñanza mutua abiertos a la escucha de distintos
puntos de vista para construir nuevos conceptos.
Casanny (2008)
destacó que “Si tenemos 60 0 50 minutos de actividad en el aula, la mayor parte
de estos minutos tienen que estar dedicados a hacer cosas, no a escuchar o
hablar porque la capacidad que tienen las personas de estar escuchando es
limitada. La mejor clase, es una clase donde si hay 60 minutos el profesor no
habla más de 15, tiene que haber una dinámica en que los alumnos hacen cosas
(interactuar, leer y escribir)”.
Entonces si se
habla de unas tecnologías que han cambiado los modos de comunicación de la
gente, también se debe notar gran aptitud en el manejo de las mismas para
incorporarlas en las aulas universitarias y cambiar el modelo de estudiantes
pasivos con docentes activos, a una educación práctica con virtualidad.
Se supone que
una universidad se relaciona estrechamente con la producción y elaboración del
conocimiento, pero existen barreras generacionales bastante marcadas sobre todo
en las instituciones de educación superior.
Cada año se
reciben miles de jóvenes a los centros de educación que vienen con un ADN
digital bastante actualizado, muy distinto al de sus profesores, posiblemente.
En muchos casos siguen enseñando temáticas pretéritas con tecnologías del siglo
XIX a alumnos del siglo XXI.
El desafío
sería incorporar a los estudiantes de una manera más activa en el proceso de
aprendizaje. El docente no solo va a ser el impartidor del desarrollo de la
temática, sino los mismos estudiantes deben tener la capacidad de extraer
información e instruirse de manera autónoma.
Son sustanciales
las experiencias digitales generadas por los propios aprendices como una
alternativa viable de las clases magistrales. Los alumnos deben considerar la
posibilidad de que los cursos recibidos tienen que construirse en conjunto, la
educación es ahora edificada por las nuevas tendencias culturales.
La universidad
debe estar comprometida con la sociedad, sus trabajos investigativos deben
enfocarse a la mitigación y la erradicación de los problemas reales que enfrenta
su comunidad. Aparte de eso, debe conseguir que sus pupilos trasladen sus conocimientos
adquiridos a lo largo de la asignatura o carrera en un proyecto innovador y
creativo, incorporando las nuevas tecnologías.
Los proyectos
de pregrado y postgrado producidos por los próximos graduandos, tienen que
radicarse encauzados al progreso común; dar una solución de comunicación a un
falencia vivencial que puede existir en la ciudad, región o a nivel nacional.
El origen de
la innovación y el origen del cambio tienen que estar dentro de la universidad.
Ésta es un agente de transformación social, económico o político, ¿por qué no
involucrar el efecto de cambio social emergente por las TIC en una clase? No
hay que desconocer la realidad para poder darle una ocasión al alumno de que
conozca bien ese terreno, recoger
todas las herramientas admisibles para ser un receptor reflexivo y crítico de
lo que ve, oye y utiliza.
Las primeras
universidades medievales tenían como misión formar juristas y teólogos con los
qué servir a la iglesia y a los incipientes estados de la baja Edad Media. Tuvo
que llegar la revolución científica para producir el cambio profundo del
concepto de universidad. Un gran exponente de dicha revolución, Humboldt, añade
y sintetiza la misión investigativa a la academia, en formar profesionales para
la sociedad caracterizados por sus investigaciones científicas.
Volviendo al
caso, cada aprendiz que entra a una institución de educación superior al igual
que los egresados, deben planear estudios que vayan acorde con el contexto
actual de la sociedad y a su vez con el posible futuro del contexto. Ello
conlleva a fijar su atención en las tecnologías digitales que a fin de cuentas
son el presente y el futuro.
Para lo
anterior, es fundamental como lo dice casanny (2008) “Tener la habilidad de
navegar y encontrar información útil, de no perderte en ese impresionante mundo
que es el Internet” concretamente las TIC, “De poder hallar información viable
de lo que te interesa, tener una destreza de investigar en una gigante red,
desmenuzando toda esa información clasificándola según la necesidad cognitiva”.
1.5.
Nuevos medios
de comunicación y cambios sociales
Algunas
personas con imaginación desmesurada, sostienen que ha llegado el final de las
conversaciones formales, que tradicionalmente dos o más actores compartían
presencialmente sus ideas u opiniones de determinados temas.
La era digital
trajo consigo pareceres confusos, que casi es inverosímil de esclarecer, porque
lógicamente en frases coloquiales hay que ser un vidente para saber el futuro,
y ver el provecho o consecuencias que traerán las distintas tendencias que se
convierten en cultura.
Claramente se
denota en la vida cotidiana lo que manifiesta Garzón (2011) que “el sistema económico
precisamente el que te empuja a absorber todas las novedades tecnológicas, pero
no para el beneficio de la sociedad sino para el beneficio de esa empresa a la
hora de competir con otras empresas”.
Desde las
colonizaciones se ha oído hablar de la carrera armamentista, mientras que hace
una década se inició con mucha más fuerza la carrera de la tecnología (digital),
que en definitiva es un imperio que dirige indirectamente el actuar de la
gente.
El cambio
social es radical, actualmente las personas analfabetas no son aquellas que no
saben leer, sino las que no poseen un conocimiento elemental para manejar un
ordenador y sus herramientas digitales.
Otro factor notorio
es que la industria informática demanda personal capacitado para poder laborar
en cuantiosas empresas que lo ven como un indicador económico, ágil e
instantáneo. Por tanto, los perfiles para poder contratar personas ha cambiado,
exigiendo capacidades de manipulación mediana o profesionalmente de las TIC.
En el campo
social la comunicación pasó de la interactividad real a una interactividad
virtual, imaginada y representada en trillones de pixeles que aluden y simulan estados
vivenciales de materia.
Ya el concepto
de personas se está limitando para darle paso al concepto de “usuarios”. La
Internet alberga modos de redes sociales, por medio de Twitter, Youtobe y otros
anteriormente mencionados, capaces de alojar centenares de usuarios al mismo
tiempo, que en forma imaginaria no podría soportar un espacio único en físico.
Los pensamientos
y lenguajes de cada ciudad o país ya no son privados y exclusivos, no, ahora se
vive en una sociedad de la publicación masiva, de la información abierta y
universal, que en tiempos medievales era imposible imaginar por la apropiación y
potestad que tenía el clero.
La información
es producida de forma masiva y hasta excesiva, las fuentes son innumerables que
reclaman un poder de abstracción complejo, es una invasión de torrentes
informativos que no permiten leer detenidamente un tema específico. La interactividad y dinamismo multimedia de
la red, están diseñados para atraer la atención de los llamados usuarios
El término
conectar solo se le atribuía a los aparatos electrónicos, pero increíblemente ahora
también se refieren a las personas que se encuentran manejando la herramienta
Internet, como conectadas. Es tanta la cosificación dado a la humanidad, que se
les trata de manera agazapada como aparatos. ¡Sinónimo de fácil manipulación!
Las formas de
expresión han cambiado, ya no se puede comunicar algo si no se comprime la
capacidad lingüística a 140 caracteres. El espacio pareciera no existir y el
tiempo no correr. Se quieren acciones
para el momento, que en efecto lo implora el mundo del agite, el ocupamiento y el estrés;
entonces qué mejor manera que hacer tales actividades por medio virtual donde
todo se realiza y publica inmediatamente, esquivando las delimitaciones de
movilidad y distancia.
El hombre
ancestral en su convicción de dominar la naturaleza, concadenó una serie
innovaciones materiales, la creación de bienes y servicios crecían a un ritmo
abrumador, naciendo y manejándose hasta la contemporaneidad, la idea del poder
adquisitivo de las personas.
Sin embargo
esa ideología se ha tergiversado, porque el poder adquisitivo que ostenta una
persona en la era del conectivismo, es aquella que emplea buen tiempo en una
plataforma virtual informativa y tiene muchos seguidores; lo que le genera
reputación y aceptación social, a su vez, pueden modelar en cierta medida la
opinión pública, por un comentario, crítica, nota, ilustración…
Se ha
simplificado la ilusión de tener el mundo en las manos por los registros e
indicadores económicos, a conocer y tener el mundo en un aparato móvil, como un
Smartphone, tabletas, Ipad… donde fluye a cada segundo información de todo
tipo, rompiendo barreras astrales con solo abrir una ventana y haciendo un
clic.
Los nuevos
medios de comunicación han alterado para bien o para mal la cultura mundial. La
educación virtual, trabajar desde casa manejando herramientas tecnológicas, la
reducción del papel, el acortamiento de distancias, el tiempo disminuyó de
horas a segundos para entablar una conversación, un diálogo. Sentarse frente a
una pantalla interactiva, con multimedia y movilidad; se convirtió en una rutina
diaria casi obligatoria que incluso desplazó los horarios de biológicos como
dormir y alimentarse. Todos quieren estar a la vanguardia, y lo que se ha
aprendido a través de la historia es que, de los grandes riesgos de alteración
socio-político-económico han herrado un puente crucial para avanzar en la
evolución humana.
CONCLUSIONES
-
Tener un pensamiento crítico sobre las tendencias que
penetran y calan las culturas tradicionales.
-
Concebir un manejo ágil y responsable de las nuevas
tecnologías digitales.
-
Detectar los cambios vertiginosos que han sucedido y
están emergiendo en la sociedad para ponerlos en tela de juicio.
-
La humanidad tiene nuevos retos desde el ámbito social
hasta el político y económico, por tanto los universitarios, deben compenetrarlos
en sus ejercicios investigativos.
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